martes, diciembre 04, 2007

Laberinto

ávida tempestad
refugio de un adiós sin digerir
cascada bosque
suave textura de una roca

empujas al viento
con tus caderas ocultas
humeante tu dedo
no me toca

no sé tu nombre:
maga, ilona o yoko
no sé tu voz:
copa de vidrio estrellado,
muerte de una rama
o eco de un disparo
con silenciador

observas ahí
detrás de los confines
me miras sin querer mirarme
yo también te miro
procurando no caer

bebo café
rallo una hoja
pido la cuenta
cojo mi chamarra
y me dispongo
a convertirme
en tu abandono

2 comentarios:

Anónimo dijo...

monchoman !!

ya hice mi blog propio, ahi te dejo el link pa que lo veas y pongas un link desde el tuyo jajaja XD

http://bravovillanueva.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Siempre he creido que hombres como tu siempre tendran su Maga (rayuela), que se les escurrira entre los dedos, sin embargo... la mano queda embarrada. Aún puedes olerla en tu mano y eso te da la certeza de que existe o existio y existirá mientras sigas el humo...

Es valido quejarte y reclamar, pero tambien agradecer por la certeza de la mano embarrada...
Lo lei 5 veces y te vi y me puse triste... y me acorde de la Maga...