sábado, noviembre 04, 2006

Nowhere

"En el largo plazo, todos estaremos muertos". Lo dijo un economista del siglo pasado, facineroso y duramente criticado. Poco importa lo que de él se haya dicho. Ya está muerto, su premisa se cumplió para si mismo, y estoy convencido de que así será para mí también.
El mirarme a diario en el espejo se ha vuelto un duro ejercicio de resistencia contra la ignominia y la pesadez de las labores cotidianas. “El ser y su insoportable levedad”, dijera un escritor checo. Hemos logrado organizar un sistema de vida que muy en el fondo me fastidia. A veces las circunstancias me hacen creer que fui convocado a la existencia única y exclusivamente para aprender a ganármela. Me parece una ridícula paradoja. Es común que entre nosotros preguntemos qué es lo que cada uno hace “para ganarse la vida”. Mi respuesta no le satisface a nadie: yo ya estoy vivo, no tengo necesidad de ganarme nada, hago todo aquello que me llena, escribo, hago canciones, leo libros, cierro los ojos y respiro el aire helado del volcán, veo a diario a mis alumnos, le doy los buenos días a la gente, amo a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos. Todo eso ya me lo gané, ¿qué más quiero?
Elis Regina escribió en una canción: “Viver é melhor que sonhar”. Así lo creo. No me la pienso pasar soñando todo el tiempo. No tiene sentido pensar ni siquiera en uno mismo. Somos historia que fue pero también historia que vendrá. El conocimiento universal pasa a través de nuestros huesos y se transmite en todas las dimensiones hasta ahora descubiertas. Somos una columna de enanos. Por nosotros mismos somos incapaces de mirar más allá de nuestras narices. Sin embargo, vemos cada vez más alto y más lejos gracias a los hombros de tantos miles de millones de enanos sobre los cuales estamos sentados. Por eso me fastidia la rutina, el establishment cotidiano, la parsimonia, las cuentas por pagar, la burocracia, el pasar calificaciones, el escándalo en la calle, el esperar a que se desocupe el licenciado, la moda, la inauguración, las ventas de temporada, los descuentos, el “ya me miró feo”, el “¿qué haces para ganarte la vida?”. En el largo plazo todos, sin excepción, estaremos muertos.
En vistas de una verdad tan absoluta, ¿acaso no podríamos ser más amables los unos con los otros? El tiempo es una sala de espera, y lo que seamos capaces de hacer en ella será la única herencia para los futuros enanos que habremos de cargar sobre nuestros hombros, con todos sus aciertos y miserias. ¿Podríamos hacer el vivir más simple?
Podríamos. Pero somos humanos, así que no lo vamos a hacer. Es imposible ponerse de acuerdo. Cada uno jala una luz para velar a su propio santo, su propio miedo, su propio estilo y estrategia para acudir a su propia muerte. Aun así somos capaces de generar civilización, cimentar un conocimiento sobre otro, construir una idea abstracta en donde sólo existe el aire, la tierra, el agua, el fuego. Todo esfuerzo genera una energía, un momento. La soledad podría ser ese resultado de la fusión de los elementos.
Estamos bien civilizados, pero solos. Siempre lo estuvimos. Pero hubo un engaño que nos hizo sentir a salvo cuando la guerra estaba encima, nos hizo sentir acompañados cuando nuestra voz fue lo único que rasgó el silencio. Lo mismo ocurre ahora, en esta ciudad, en este tiempo, en esta hoja de papel en la que escribo, en la que vislumbro un punto final que se acerca, que ya casi alcanza su largo plazo, que sabe que nadie va a leer, que a nadie le importa en realidad, que sabe que el mundo está demasiado ocupado como para detenerse y descifrar las palabras compuestas de signos tecleados en un ordenador por un escritor que ya encontró el mejor lugar de la existencia en la que se puede estar: nowhere.

2 comentarios:

Dave M. dijo...

Sí, sí, pero por ahí, el mismo hombre que dijo "lo tengo todo por no querer más nada", dice en la mismita canción, "mereces lo que sueñas" ¿Será que, a largo plazo, resulte que no es mejor sino lo mismo? Yo me niego sistemáticamente a seguir los esquemas aburridos de los que habla Bunbury; sistemáticamente, sin razonar siquiera y mucho menos emitir juicio de si me conviene o no, peor aún, de si me agradaría o no. Mi primo Paco volvió de un viaje a la India, y platicamos como si yo hubiera ido en alguna ocasión y estuviéramos compartiendo y comparando experiencias. El vivió, yo soñé, y en ese preciso momento, ¿habría mucha diferencia?
"Me fui al centro en metro" "¿Y con quién ibas?" "Solo". ¡¿Solo?! Pero si no cabía ni una persona más. El abismo insalvable entre el uno y el otro, como "el espacio enloquecedor que se abre entre las estrellas", y el engaño de sentirnos acompañados...ten cuidado, no estás poniendo atención, ¿cuál es en verdad "el engaño"? La ilusión de que estamos sólos, de que no puedes salvar el abismo y llegar hasta mí. El hecho es que el salto cuántico existe, es inexplicable, pero existe, y en este asunto que nos atañe se llama trasendencia. No puedes salvar el abismo y llegar hasta mí, pero sí puedes trasender tu propio ser y surgir dentro del mío: "cuando sé que me amas, sé que no estoy solo." Ten cuidado, no estás poniendo suficiente atención, no puedo saber, no hay forma, es un acto ciego de fé, se trata sólo de fé, fé ciega en que Paco fue a la India y yo aprendí sobre la India, y de que no fue alrevés, fé ciega en que Talia me ama y en que "siento y sé que me ama y sé que no estoy sólo" Puramente un acto de fé, dentro de mí, fé dentro de mi infinita soledad, estoy solo...pero, ten cuidado, no estás poniendo suficiente atención...

Anónimo dijo...

Antes de terminar de leer tu texto... me vino a la mente la expresion... soledad??.. mmm... es cuestion de perspectiva, creo, bueno, lo que yo he descubierto a distancia, creo que la vida resulta muy dura sin ese sentimiento de afecto y conexion con los demas, pero lo que te hace sentir eso no son ellos, es uno,con la perspectiva que se toma, con la manera en que uno se muestra y se comunica, sin suponer que los demas conocen nuestras intenciones y sentimientos y necesidades........ bueno, es que todo lo que he leido me ha hecho pensar mucho..... en estos meses me he sentido muy sola cuando he querido hablar no hay amigo que me escuche, existen tantos bares y cañas en madrid y no tengo una amigo o amiga con quien tomarmelos, no tengo a mi familia, ni a mi hermano para pelearme con el, y entonces escribo o hablo, pero es el momento inoportuno, la primera vez les da gusto, despues de tres... estan ocupados y luego marcan.... mando mails y quien menos necesito y espero contestan y quien quiero que me escuche y me lea y me responda... no lo hace... entonces todas las veces que me senti querida y conectada con esas personas fueron falsas?? no creo que no, solo es cuestion de que yo decida como me quiero sentir, hoy reconozco que dependo mas de ellso y ustedes y esa es mi manera de ser libre, hoy reconozco que estoy aqui lejos pero que me siento amada y extrañada y valorada y olvidada, pero como una vez dijo Victor Frankl la ultima libertad consiste en aquello que en lo mas profundo de ti decides como te afecta y actitud tomas hacia ella, hoy por hoy me falta todo lo que tuve o no lo volvere a tener, pero tengo cosas que nunca imagine y otras que siempre soñe y no estoy sola porque he tenido el valor de afrontar el cambio y mirarme diferente para mirar diferente a los demas he empezado a dejar ir, a dejar de añorar y me he dejado recibir... y sabes?? cuando vienes con la intencion de instalarte.. sabes que extraño?? la educacion, si amigo... la educacion y amabilidad de los mexicanos y su logica, aunque hay uno que otro pend... los de aqui no son mexicanos y eso es mas feo.... he empezado a conocer el significado de "mi pais" y no hay dia en que no use esa frase, estando en tu pais y con tu gente hay que tener voluntad de ser feliz y querido... bueno, esto es lo que a mi me hiciste vomitar con tu texto... como siempre un placer leerte, a plabras directas ausentes, a presencia de escritos... en horabuena!!