jueves, enero 03, 2008

Quiero ser feliz


Alguna vez le preguntaron a Lennon que si se consideraba una persona feliz, y respondió que sí. La siguiente pregunta que le hicieron fue: ¿Por qué?, y él dijo que no veía televisión, ni leía los periódicos.
Tomando esta anécdota como arranque (no solo de ésta colaboración, sino de todas mis colaboraciones de este nuevo año), le cuento al querido lector, que la última vez que vi televisión fue el 25 de diciembre. Fue una decepción. Normalmente, por las noches, mientras me preparo un sandwich o algo así para aplacar el hambre, prendo la televisión en alguno de los noticiarios que transmiten después de las 10.
Ese día, casi todo el noticiero del vomitivo López Dóriga se fue en noticias acerca de cómo pasa un policía la noche buena dentro de su patrulla. Luego venía la historia de algún desdichado sin familia, de alguna viejilla abandonada, de cómo se vivió en Villahermosa la navidad después de la tragedia.
Le pasé al noticiario de la competencia y básicamente transmitían el mismo género de estupideces. Apagué la televisión y me dije a mi mismo: “¡No manches, sí que estoy informado!”.
El resto de mis días, hasta hoy, se me fue en escuchar discos de manera masiva, desde el último de Radiohead hasta una colección que le volé a mi papá de música de Benny Moré. Me soplé dos disquitos de Sigur Ros, uno de Daft Punk, y como tres veces uno de éxitos de Morrisey. Esuché hasta que me cansé el disco de Odio Fonky de los queridos Jaime López y José Manuel Aguilera. Esuché a Ely Guerra, el soundtrack de una película de Wong Kar Wai. Fui feliz.
También leí unos textos de Daniel Sada y Álvaro Uribe; devoré Mr. Vértigo de Paul Auster y me enfrasqué en “El sentimiento trágico de la vida” de Miguel de Unamuno. Ahora sigo con Auster y una novelita llamada Ciudad de Cristal. Insisto, soy feliz.
Fui feliz charlando con mis hermanos, bebiendo cerveza con algunos amigos, con mis primos, llendo al teatro y viendo en el cine “Across the Universe”. Fui feliz andando por la carretera escuchando a Dylan y una colección de jazz latino que me regaló una buena amiga. Tragué chocolates y pavo y un spaghetti delicioso.
Aun así, algunas noticias irremediablemente llegaron a mis oídos, como el asesinato de la ex-primer ministro de Pakistán. ¿Debí sentirme mal por ser tan feliz cuando del otro lado del mundo se odian a muerte? ¿Acaso he fallado estos días en mi deber para con la humanidad? No es que ésta cuestión me mortifique demasiado, pero quiero enfatizar sobre el hecho de que cuando uno se aleja de los “medios de comunicación”, a veces se produce un sentimiento de aislamiento inefable. ¿Por qué? Estamos demasiado acostumbrados a “estar informados”, a “estar al día”, aunque no sepamos para qué. ¿Qué significa eso de “estar informado”? ¿Acaso es escuchar al vil López Dóriga en sus diatribas contra cualquier cosa que se le ponga enfrente y que le haga subir el rating de su tercermundista noticiero? ¿Cuántos periódicos tiene uno que leer para no sentir que lo están timando, o manipulando, o perfilando nuestra opinión hacia uno u otro punto del espectro político?
Sin el ánimo de ser radical, creo que prefiero quedarme mil veces con la fórmula de mi admirado Lennon. Si fue verdad que no veía tele ni leía periódicos, entonces creo que es posible cambiar al mundo. Prefiero acercarme a la realidad y no leerla, ni verla asépticamente en una pantalla de televisor. Creo que es más útil saber que alguna vez existió Chabuca Granda, o que una dama de nombre PJ Harvey canta por el mundo con su guitarra al hombro. Aprendo más del planeta a través de la música y el cine, hablando con ancianos y pordioseros, atrapando momentos que hacen sonreír o llorar a los demás. Aprendo más del mundo preguntando a mis amigos cómo marcha todo en el trabajo, cómo van sus planes de comprar casa y de tener hijos. Al diablo con la televisión. Espero no tener que encenderla en mucho tiempo. De verdad que quiero seguir siendo feliz.

6 comentarios:

John Pluecker dijo...

la tele a mí me mortifica. y soy adicto a ella. por eso no tengo cable en la casa y casi nunca la veo, porque si me agarra un programa no lo puedo dejar de ver. pero bueno, las peliculas me encantan. y no soy tan adicto a ellas porque uno las ve y se acaban y ya, uno puedo hacer otras cosas.

un abrazo tejano.

Anónimo dijo...

mereces ser feliz juan :D

Unknown dijo...

Moncho! Soy Guillermo, de nuevo por aca visitandote y pasando aver que hay.
Oye, te queria pedir un favor. Ando aplicando a la uni, y necesito que un maestro llene una forma de recomendacion, y entonces te queria pedir de favor que tu lo hicieras. Iras a estar en el tec el martes? Para pasar y que la puedas llenar, o sino tu dime donde nos podemos ver o como se te haga mas comod.
Saludos, y feliz anio nuevo!

Unknown dijo...

Nota: mi mail es guilohm@gmail.com o astaroth_621@yahoo.com
Saludos.

Anónimo dijo...

MMM.... y eso que no has visto la tv de por aqui!! es peor!!!
Coincido contigo, hay que informarse de como mejorar las cosas y de las buenas noticias, todo genera vibraciones que finalmente nos llegan...y terminan dibujando nuestro rostro!!! que rico.. comer! ver peliculas!! y leer!!!

Anónimo dijo...

Hola moncho, porque no has escrito, es el unico modo de saber de ti, porfa, escribe algo, no se que me pasa pero me hace falta saber de ti. P.